¿Te resulta conocida la frase “quiero bajar de peso, pero no puedo”? Es posible que alguna vez la hayas dicho después de haber empezado un plan nutricional y ver que estás lejos del objetivo que te propusiste. Esta sensación de frustración es algo que le sucede a muchas personas y no sólo tiene que ver con la pérdida de peso, también puede suceder cuando empezamos una actividad nueva e incluso con un objetivo laboral.
Si querés tener nuevos resultados, lo que tenés que hacer es cambiar la manera en la cual encarás lo que te estás proponiendo. Después de todo, hacer lo mismo una y otra vez sólo te va a llevar a conseguir los mismos resultados.
¿A qué me refiero con “sistema de valores”? A una serie de conductas ya establecidas que solemos repetir de manera consciente o inconsciente. En general se establecen después de hacer repetidas acciones durante un período de tiempo y nuestro cerebro las adopta como una conducta normal, por lo cual podemos llegar a realizarlas como algo cotidiano sin reparar en ellas.
.png)
Existe la teoría de que los seres humanos somos “neuroplásticos”, es decir, nuestro cerebro cuenta con la capacidad adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y la experiencia. Eso significa que nuestros pensamientos tienen la capacidad de influir en la parte estructural de nuestras conexiones neuronales. Y si cambiamos nuestro sistema de valores, vamos a poder modificar nuestros comportamientos.
Tengamos en cuenta que nuestro sistema de valores es abierto, lo cual significa que nos permite adaptar a un entorno o al contexto, como cuando entrás en un trabajo nuevo y aprendés sobre las reglas de la oficina.
Sin embargo, a pesar de que el sistema sea abierto, es mucho más difícil modificarlo con la edad. Es por eso que a las personas más adultas les cuesta hacer cambios o aprender nuevas habilidades. Mientras antes podamos adoptar estas conductas, más fácil se nos va a hacer incorporarlas a nuestro día a día.
Entonces, ¿cómo podés modificar tu sistema de valores?
Haciéndole entender a tu cuerpo que los cambios que estás haciendo van a ser beneficiosos, de esta manera no se va a sentir amenazado, sino que va a sentir placer por ser parte de este proceso. Nuestra mente es quien tiene que convencer al cerebro para que le preste todos sus recursos para poder realizar este cambio tan profundo.
Te propongo un ejercicio:
- Cuando se te presenta una situación frustrante o estés frente a algo que quieras cambiar, hacé una pausa.
- Ahí, sin apuro, ponete a pensar cómo podés actuar o qué cosas podés hacer de manera diferente para solucionarlo. Así, vas a evitar tener una reacción inmediata como la que aplicarías automáticamente.
- Con eso que pensaste, formulá una respuesta diferente y ponela en práctica.
- No importa si así pudiste solucionar tu problema o tenés que pensar en otra cosa: Ya vas a haber generado un cambio en una conducta.
La idea es que repitas este ejercicio varias veces hasta que puedas interiorizarlo y, con eso, adoptar nuevas conductas.
.png)
Ahora que entendés la importancia de modificar tu sistema de valores, queda empezar a ver cómo hacer que tu mente le explique al cerebro cómo integrar estos cambios a tu día a día. La mejor manera de encarar un cambio hacia una vida más saludable lo tenemos que tomar como un proceso de aprendizaje.
Es probable que al principio no lo podamos tomar al pie de la letra o que nos cueste adaptar nuestro día a día a un plan de comidas y de ejercicio. Lo que no podemos hacer es pensar en blanco y negro, suponiendo que se trata de un triunfo si lo hacemos bien o un fracaso si lo hacemos mal. Lo más importante es entender que lo que estás haciendo es parte de un proceso y así vas a encontrarte con mucha menos presión.
Todo cambio lleva tiempo, requiere fuerza de voluntad y es parte de un proceso interior. Siempre está bueno llegar al objetivo que te propusiste, pero la única manera de que se convierta en algo duradero es empezar a ver cuáles son las conductas que tenemos que modificar y empezar a reemplazarlas de a poco por otras más saludables.
Si lo que estás buscando es aprender a hacer estos primeros cambios para lograr una vida saludable, el reto de Desafiando Hábitos es para vos. Lo más importante es que no vas a estar vas sola o solo, vas a poder ser parte de una comunidad que se apoya y apunta a mejorar todos los días.
Nuestro equipo de nutricionistas y entrenadores va a estar ayudándote a que puedas alcanzar tu objetivo, dándote un plan que se adapte a tus requerimientos para mantener tu motivación. ¿Qué estás esperando?